desarrollo conceptual


Entendemos por hogar, aquel grupo de personas (emparentadas o no entre sí) que comparten la misma vivienda, y se asocian para proveer en común a sus necesidades alimenticias o de otra índole vital y emocional. Éstas, constituyen el lugar apacible, acogedor, sólido y estable en el que podemos sentirnos seguros, protegidos, cómodos y en calma, que además, denominamos con el mismo nombre: hogar.

De igual forma, es el lugar que nos ofrece intimidad y calor humano o familiar. Precisamente este término, como hoy día lo conocemos, procede de su otra acepción, pues en tiempos pasados se denominaba hogar al lugar de la casa, en el que se prendía fuego y se reunía a la familia. Por ello hogar se relaciona con el sentimiento familiar, frente a casa, palabra que denomina el espacio físico donde se suceden los anteriores factores que determinan, para cada uno de nosotros, el significado y el significante de hogar.

No obstante, pueden existir personas que, aunque residan en la vivienda, no formen parte de la unidad doméstica (en el sentido en que definimos este concepto) ni responden a la definición de la unidad de ‘hogar’ (no están asociados con el resto de miembros para la satisfacción de sus necesidades básicas). Personas que podríamos llamar: compañeros de piso, comunidad de vecinos, incluso la propia pareja o algunos miembros familiares. Esto, puede provocar conflictos que transformen el hogar y que hagan que todos esos valores que configuran el significado del que venimos hablando se pierdan o se tornen en todo lo contrario.

Estos son por tanto, conflictos y sensaciones que queremos plasmar a través de la creación de una arquitectura de hielo; un espacio físico que hará las veces de hogar.